domingo, 18 de enero de 2015

#2 "El hobbit": Libro VS Películas


Últimamente todos hemos oído muchas malas críticas hacia la reciente trilogía  cinematográfica de “El Hobbit”: demasiado fantasiosa, poco creíble, muy diferente al libro original de J.R.R. Tolkien...
Personalmente, me siento dividida entre unos y otros fans.

Por un lado, los de Tolkien y el libro de “El Hobbit”, entre los que me incluyo, ya que tanto este libro como la trilogía de “El Señor de los Anillos” marcaron una época de mi vida. Por otro lado, los que no le dan tanta importancia a seguir el libro al pie de la letra y disfrutan con las películas por sí mismas.

Y, ¿quién tiene razón en esta discusión?




Según lo que se busque. Las películas adaptadas de una obra literaria son muy delicadas puesto que dividirán al público en dos extremos: o la adoran, o la odian. Sin embargo, aunque me gustaría haber visto en pantalla la historia de Biblo Bolsón tal y como la imaginé cuando leía la novela, hay que ser conscientes de que cada uno tiene su propia idea y si esperamos encontrar exactamente lo que habíamos imaginado, nos llevaremos una decepción. A este tipo de películas se debe acudir libre de prejuicios y expectativas, y debemos valorar al film por su propia cuenta, como si nos contase una historia nueva nunca antes vista o leída, que en cierto modo es de lo que trata el cine.
Cualquiera de las tres entregas de “El Hobbit”, como cualquier otra película, debe ser valorada por muchos factores: dirección, interpretación, dirección artística, música, montaje… y no sólo por su fidelidad a la obra original.

Sin embargo, las críticas que sí comparto son las que atacan el exceso de uso de ordenador y postproducción, que más que adentrarme en la Tierra Media me recuerdan a cada momento que todo el montaje es artificial. Tampoco comparto la sobreexplotación que se ha hecho del libro. Con una película podría haber sido suficiente, dos a lo sumo si no se quisiese renunciar a ningún capítulo, y habría ganado en ritmo y calidad. La inclusión de personajes nuevos o inventados por el director Peter Jackson sólo por cuestión comercial tampoco es de mi agrado,  ya que algunos no aportan nada a la historia general, aunque ayudan a hacer más llevadera la película a quienes no conocen y respetan cada párrafo del libro de Tolkien.

Conclusión: debemos diferenciar bien la literatura del cine y comprender las diferencias inevitables que habrá entre uno y otro. Sólo de esta manera disfrutaremos al máximo de cada historia, ya estemos en un sillón de casa o en una sala de cine.


Y ahora, teniendo esto en cuenta… ¡comentadnos qué os ha parecido a vosotros “El Hobbit”!








Fdo: Adela 

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